Es Verdad, Dios habla

Autor: Martín Gonzalez


Era una mañana fría en las montañas de Durango. Hacía algunos días que habíamos llegado con un grupo de jóvenes en entrenamiento y nos hospedábamos en lo que sería el segundo piso de la casa de Lorenzo, el misionero local que trabajaba entre los tepehuanos. En ese piso no había techo y faltaban de construirse las paredes de dos lados, habíamos pasado una noche fría pero ya nos habíamos levantado para iniciar nuestro día.
Era temprano antes del desayuno y todos, o casi todos, estábamos ocupados en nuestro "tiempo quieto", es decir orábamos y/o leíamos la Biblia. Algunos muchachos estaban sobre sus bolsas de dormir y otros caminaban en el campo alrededor de la casa. Me disponía a ir hacia la fogata donde se preparaba el desayuno, a unos metros de la casa, cuando salió a mi encuentro Nati, un joven estudiante de nuestro grupo, él estaba muy contento y con mucha emoción me dijo: "Tienes razón. Tienen razón. Es verdad, Dios nos habla." Sus palabras me dieron a entender que algo había ocurrido con él durante su tiempo a solas con Dios. Hacía tiempo que yo había aprendido la sencilla verdad de que como hijos de Dios lo más natural es escuchar su voz; esas mismas verdades enseñábamos a los muchachos que venían a nuestro centro de entrenamiento y les animábamos a practicarlo. Nati había recibido esa enseñanza y había practicado el tener un tiempo a solas con Dios cada día durante su entrenamiento, pero era obvio que en ese día lo que anteriormente había oído en clase lo estaba experimentado por primera vez: Oír la voz de Dios de una manera personal. Al igual que Nati, no siempre experimenté el escuchar la voz de Dios. Cuando tenía poco de ser seguidor de Jesucristo sabía que Dios hablaba e incluso escuchaba a muchos predicadores decir que Dios les hablaba, pero nadie me enseñaba como es que podemos oír la voz de Dios. De hecho, en el ambiente Cristiano donde yo me movía, el oír de Dios se espiritualizaba y mistificaba tanto que se hacía ver como algo casi inalcanzable; algo que era sólo para los hermanos y hermanas que oraban y ayunaban mucho y que supuestamente "estaban muy cerca de Dios". Ahora me doy cuenta de todas las veces cuando Dios me estaba hablando y no lo supe por no estar consciente de que El quería hablarme. En la Biblia se habla de un joven que escuchó a Dios pero no reconocía su voz, su nombre es Samuel (1 Samuel Capítulo 3). Esto ilustra la situación de muchos jóvenes a quienes Dios les habla pero que no han aprendido a reconocer su voz. En realidad, todos estamos aprendiendo a escuchar la voz de Dios y reconocer su voz, eso es algo que nunca termina, pero nos ayuda el estar atentos y tratar de reconocer su voz tal como lo hizo Samuel, él dijo: "Habla, que tu hijo escucha". No sé cuál es tu entendimiento acerca de escuchar de Dios o si practicas el tener un tiempo a solas con El y le das tiempo para que te hable, pero aquí escribo algunos consejos y verdades que debes saber acerca de escuchar la voz de Dios:
1) Debes saber que si haz decido de todo corazón seguir a Cristo, tú tienes todo lo necesario para oír la voz de Dios. No necesitas nada más. Si eres hijo del Padre es lógico que te va a hablar y que puedes oír su voz. (Is. 50:4,5; Jn. 10:27) 2) Debes saber que Dios habla de muchas maneras. Dios habla a través de sueños (Mt. 1:24), visiones (Hch. 16:9), profecía (1 Co. 14:3), predicación (Ecl. 12:11), su palabra escrita (Jn. 5:39), voz audible (Mt. 3:17) y voz interna (Is. 30:21; Jn. 14:26). La mayoría de veces, cuando Dios nos habla de una manera personal, nos habla a través de la voz interna; es decir a través de pensamientos e impresiones que vienen de parte de El y que son conforme a su Palabra y su carácter. 3) Debes saber que Dios siempre te va a hablar de una manera que tú entiendas. El te conoce y sabe cual es la manera en la que mejor le puedes oír. No debes preocuparte de que tal vez El te hable y no le puedas escuchar; si tienes tu corazón limpio y atento a El vas a escucharle. (He. 1:1; Is. 45:19) 4) Debes recordar que Dios es paciente, si te habla y no reconoces su voz, El te va a seguir hablando. No debes pensar que si te habla y no reconoces su voz te va a desechar o ir a hablarle a otra persona. Recuerda el ejemplo de Samuel. (1 S. 3:1-10) 5) Debes recordar que Dios nunca te va a hablar algo contrario a su Palabra o a su carácter. Esa es la prueba para saber si lo que estás percibiendo es de Dios o no. (Gá. 1:8; Sal. 85:8; 1 Co. 14:33) 6) Debes recordar que Dios es un Dios personal, es decir que es una persona. Por tanto la manera en que vas a oír de él es pasando tiempo con él y dándole oportunidad para hablarte (una actitud del corazón). Necesitas separar tiempo para estar a solas con él. (Jer. 23:18; Mt. 26:40) 7) Debes dar importancia a su Palabra escrita. Necesitas leer y meditar su palabra todos los días. Dios invirtió mucho tiempo en escribir su palabra para que la tengamos ahora en nuestras manos y desea hablarnos a través de ella. (Jer. 15:16; 1 P 1:19,20; Dt. 17:18,19) 8) Debes reconocer que Dios está más interesado en hablarte que tú en escucharle. El te ama y desea tener una relación de intimidad contigo (Cnt. 2:14). Tiene mucho que decirte y compartirte para formarte en la persona que quiere que seas (Sal. 19:7-9; Is. 55:10,11; 1 Ts. 2:13)
Espero que estas verdades te ayuden y que como Nati, puedas experimentar por ti mismo la verdad de que Dios te habla de una manera personal y que quiere hacerlo no solamente en ciertas ocasiones sino todos los días.

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